¡Hola! Llevaba meses queriendo escribir esta entrada ¡gracias día de la Almudena!
Después de 8 años enseñando en las clases de inglés extra escolar, el año pasado decidí que había llegado el momento de sacarme un grado en Magisterio de Primaria en una universidad de verdad, así que… ¡me apunté a clase! Es por eso que estos últimos meses no he escrito muchas entradas en mis blogs y no estoy muy activa en las redes.
Las clases son muy interesantes y útiles, y mi asignatura favorita es, sin duda, Psicología de la Educación. Yendo a clase me he dado cuenta que en estos últimos 8 años he estado usando las teoría educativas más actuales sin ni siquiera saberlo. De alguna manera, a través de mi experiencia personal como alumna además de observar y analizar como mis estudiantes gozaban de unas clases motivadoras, he estado poniendo en práctica teorías de las que desconocía la existencia, por lo menos hasta octubre del año pasado.
Ha sido al mismo tiempo reconfortante y alentador descubrir que otros había científicamente demostrado cosas que yo, en cambio, estuve experimentando prácticamente a diario. Por lo tanto hoy me gustaría hablar de un tema en particular de esas clases de psicología de la educación: la teoría del aprendizaje por observación.
¿Os acordáis de la campaña “Children see, children do“?
Pues, entre las dos expresiones que componen el lema podemos insertar una tercera: los niños aprenden.
El aprendizaje por observación, o ‘modeling’ es parte de la Teoría del Aprendizaje Social definida por Albert Bandura, profesor emérito en la universidad de Stanford. Bandura demostró, a través del Bobo doll experiment, que los niños aprenden e imitan comportamientos que han observado en otras personas (agresivo, en su caso).
Hay 4 pasos importantes involucrados en el ‘modeling’ o aprendizaje por observación:
Atención: esta fase está relacionada al grado de interés puesto en lo que se está viendo y escuchando. El grado de atención es inversamente proporcional a la presencia de distracciones. Es decir, cuantas menos distracciones haya más será el grado de atención.
Retención: es la capacidad de almacenar información sobre cómo hacer algo, normalmente facilitada por el uso de los sentidos de la vista y del oído.
Reproducción: es la fase que empieza una vez que se haya retenido la información y entendido el proceso. Es el momento en el que el niño reproduce lo observado precedentemente. La práctica y la repetición llevarán el niño a controlar y mejorar el desempeño de la nueva conducta/aprendizaje.
Motivación es el elemento esencial para que este aprendizaje tenga lugar, y puede ser generada usando refuerzos positivos o negativos.
Os suena ¿no? A mí me ha recordado un poco mi método, pero también al método Montessori en el que las guías explican a los niños como usar un material preparado y luego le dejan tiempo para practicar y repetir hasta llegar a la perfección del movimiento.
Es evidente que, como adultos, podemos elegir este método para fomentar comportamientos y actitudes positivas hacia el aprendizaje y el estudio en los más pequeños, y es por eso que siempre insisto en que padres y maestros tenemos que ser partes muy activas en el proceso de enseñanza, pero no en el sentido de decir a los niños qué tienen que hacer o darles una clase magistral, más bien mostrándoles como hacerlo. Y de hecho escribí un libro sobre cómo fomentar el gusto para el inglés en los niños.
Así que si quieres que tus niños lean, no les digas ¡toma el libro y lee! Es mejor que te vean leer, abrir un libro, que te escuchen haciendo comentarios sobre el mismo. Si quieres que aprendan inglés, sé parte del proceso. Si se muestran tímidos a la hora de hablar no les obligues a hacerlo, especialmente si tú mismo no te atreves a hablar, porque, y fui testigo ocular, te preguntarán que por qué ellos están obligados y tú no. ¿Quieres crecer niños sensibles a los problemas medioambientales? Empieza mostrándote sensible y enséñales por donde empezar. Y así con todo lo que quieras que aprendan.
Cuando empecé mi práctica en el colegio el pasado enero, me compré el mismo modelo de cuadernillo que usaban mis alumnos de 1º de primaria para aprender a escribir como ellos mismos estaban aprendiendo, con caligrafía bonita y regular. Cada día me aseguraba usarlo en clase, para que me vieran; les enseñaba mis progresos y les preguntaba cómo tenía que escribir una u otra letra. Sus caritas asombradas cada vez que sacaba ese cuaderno de mi bolso me decían que iban a empeñarse para que sus caligrafías fueran más limpias y legibles porque estaban compartiendo sus esfuerzos conmigo también.
En fin, el aprendizaje es un juego de equipo y aunque a veces parece imposible, poco a poco se pueden modificar conductas y sacar el máximo de nuestros niños para que todos disfrutemos del proceso.
Si quieres profundizar un poco más sobre el tema, aquí te dejo este link y otro vídeo sobre el experimento con la ‘Bobo doll‘.
Más ideas y consejos sobre como tu hijo puede aprender inglés están en mi libro, disponible en amazon.es, iBooks y Kobo
Esta entrada en inglés.
Más cosas sobre aprendizaje y otros modelos de escuelas.
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