El trabajo cooperativo, está demostrado, es un potente medio de aprendizaje y desarrollo de “high order thinking skills”, las habilidades de pensamiento que llevan al aprendizaje significativo. Pero ¿cómo podemos implementar esta metodología de trabajo en el aula, sin subiraún más nuestra carga de trabajo?
¡Aquí os lo cuento!
Gracias a Vygotsky sabemos que el aprendizaje más significativo ocurre cuando existe una interacción, cuyo medio principal es el lenguaje, entre el aprendiz y un individuo que tiene ciertos conocimientos sobre un determinado tema; este último puede ser el docente, pero también un compañero “experto”.
Por esta razón, en los últimos años, empujados por un currículo basado en competencias, los docentes nos hemos decantado por el uso de metodologías didácticas que favorecen el aprendizaje cooperativo.
Las principales características de este tipo de dinámica son:
– Grupos heterogéneos formados por alumnos que pueden aportar diversos conocimientos y niveles de competencia, para poder crear un producto final (no necesariamente físico) que sea mejor de lo que se generaría como consecuencia de un trabajo individual.
– Interacción positiva generada por una comunicación adecuada (competencia social y cívica, comunicación en lengua materna, o extranjera si lo hacen en inglés).
– Responsabilidad individual demostrada a través de la presentación a la clase (Sentido de la iniciativa y emprendimiento, competencia en lengua materna, o extranjera si lo están llevando a cabo en inglés, competencia digital si usan el ordenador para investigar y presentar).
– Participación equitativa mediante una distribución proporcional del trabajo entre los miembros.
– Interacción simultanea de los integrantes del grupo, los cuales dialogan para tomar decisiones compartidas.
– Interacción cara a cara.
Como se puede ver, son muchas las competencias que se pueden desarrollar a través de esta metodología de trabajo, pero… ¿Cómo implementarla en el aula?

que los alumnos desarrollan cuando las usan
Apúntate este nombre: Dr Spencer Kagan. Este doctor en psicologia fue pionero en el movimiento de aprendizaje cooperativo. Ha dedicado el trabajo de su vida a ayudar a los educadores a crear aulas más cooperativas e interactivas que produzcan alumnos más inteligentes, solidarios y cooperativos diseñando más de 200 estructuras que pueden ser insertadas en cualquier lección sin necesidad de cambiar ni una coma del trabajo que ya hemos planificado. Yo personalmente suelo usar unas cuantas, según mis necesidades didácticas y puedo corroborar que además de facilitar la reflexión, el diálogo y el aprendiz aje, son una herramientas muy poderosas a la hora de motivar y enganchar a los niños a cualquier tema que decidamos tratar en clase. Tal como nos lo cuenta Mr Kagan, son 5 las estructuras que más se utilizan en las clases y que sin duda habría que aprender a manejar antes de pasar a las demás:
– Rally Robin/table: los alumnos se turnan en parejas para responder oralmente/por escrito a una pregunta o a un problema planteado por el profesor.
– Timed, pair, share: en parejas, un alumno comparte con un compañero sus conocimientos o ideas sobre un tema anunciado por el profesor durante un tiempo preestablecido, mientras el compañero escucha. A continuación, las parejas cambian de papel. Finalmente, cada pareja comparte sus ideas con el resto de la clase (opcional).
– Round Robin/table: los alumnos se turnan en sus equipos para responder oralmente/por escrito a una pregunta o a un problema planteado por el profesor.
– Rally coach: los compañeros se turnan para resolver problemas sucesivos: uno resuelve un problema mientras el otro observa, escucha, comprueba, entrena si es necesario y elogia.
– Stand up, hand up, pair up: los alumnos se ponen de pie, levantan la mano y buscan rápidamente a un compañero con el que compartir o debatir una tarea, dada por el profesor, utilizando estructuras de Rally Robin o Timed, pair, share.
Mis alumnos las usan muy a menudo y os puedo asegurar que siempre se consigue un 100% de participación y ganas de compartir con los demás, lo cual sube la atención y ayuda los procesos de aprendizaje significativo. ¡No lo dudéis!
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‘Simon says’ es un juego de acción que los profesores pueden usar para revisar el vocabulario y los verbos; se puede jugar en cualquier lugar y sólo requiere un mínimo de 3 personas. El profesor suele ser ‘Simon’, pero siempre se puede elegir a uno de los niños si se quiere trabajar sus habilidades de expresión oral; los demás niños son los jugadores.
Pues, resulta que desde antes de Semana Santa empezamos a trabajar el 4º grupo de synthetic phonics; vimos los digraphs /ai/ y /ou/ antes de las vacaciones, y esta semana tocaba el tercero, /ie/, cuyo chant va de un marinero y su capitán:
¿Cómo lo hago yo? Al ser mi grupito muy vivaz, de momento, para que me hagan caso durante más de 8 segundos, estoy usando los libros Read and See de Jolly Phonics. Son pequeños libros donde aparecen palabras seguidas por una solapa que solamente levanto una vez que los niños han adivinado qué palabra acaban de oír, debajo hay la imagen correspondiente a la palabra pronunciada. Es un truco que les mantiene atentos por el efecto sorpresa que siempre funciona con los más pequeños, y, gracias a esa atención que prestan de forma natural, aprenden.



