Hoy os voy a contar brevemente una opción que tenemos para presentar vocabulario de manera eficaz a los más pequeños, donde con más pequeños me refiero a los niños de infantil y primeros cursos de primaria, aunque os aconsejo no subestimar nunca la fascinación que puede tener una solapa sobre la mente de un niños. Produce exactamente la misma expectación e ilusión que esperar y abrir los regalos de Navidad, os lo garantizo.
Entonces con la excusa de la llegada – por fin!– de la primavera llevé a clase mi gran libro de cartón sobre las estaciones de la ratita Maisy, el cual al presentar mogollón de ventanillas atrapa la atención de todos los niños de la clase en menos de 3 segundos, cada vez.
Ahora bien, todos sabemos – y si no, os lo cuento yo ahora– que cuando una persona está interesada en lo que estudia aprende 4 veces más que si no tuviera ese interés y justamente por eso, hoy en día, se da tanta importancia en presentar los contenidos de tal manera que atrapen la atención de los alumnos.
Enseguida todo el mundo quería ver qué se escondía detrás de la solapas y fui pidiendo a cada niño que abriese una y que repitiera el nombre del animal que encontrábamos detrás de ella. Una vez terminadas las solapas, las cerré de nuevo y con el fin de practicar un poco más llamé a cada uno para preguntarle qué donde estaba qué animal: pues ¡no fallaron ni una!
Como podéis entender en esta segunda fase se trabaja el reconocimiento de la palabra: a través de este ejercicio creamos un enlace directo entre palabra e imagen sin pasar por el primer idioma. Por eso cuando se les pregunta a los niños que estudian inglés en el cole ¿cómo se dice caballo en inglés? Puede que no sepan contestar enseguida ya que no trabajan nunca con la traducción, como os cuento en mi libro Mi Hijo Habla Inglés.
Realmente existen una cantidad infinita de libros lift-the-flap y os animo a probarlos porque además de tener mucha magia favorecen un aprendizaje activo y multisensorial, ya que los niños usan sus diferentes sentidos – vista, oído, tacto – para interactuar con el mismo. Es más, al ser partes de un cuento o de una breve historia, las palabras se muestran en contextos significativos y esto favorece un aprendizaje más profundo de las mismas.
Finalmente durante este tipo de actividad también se fomentan los speaking skills de los peques que, como siempre, cuando se lo pasan bien, pierden cualquier inhibición a la hora de hablar y se lanzan sin miedo a repetir e intentar decir sus propias palabras.
Las colecciones que hasta hora me han sido de más utilidad a la hora de trabajar vocabulario conmis alumnos son las de la rátita Maisy y las del cachorro Spot, con algunas incursiones de Peter Rabbit y Pete the Cat.
Quieres saber cómo introducir el inglés en la vida de tu hijo de forma amena y sin rechazos? Te recomiendo mi libro MI HIJO HABLA INGLÉS – GUÍA PARA PADRES, disponible en formato digital para kindle en Amazon, para iPhone en iBooks y en Kobo que contiene más consejos sobre como ayudar a tu hijo a aprender inglés.
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¿Tienes una clase complicada, muchos de tus alumnos se distraen y sus resultados académicos no reflejan todo el esfuerzo que pones en preparar y dar las clases? ¿La situción te frustra y te gustaría que tus alumnos aprendieran más disfrutando del proceso? A mí me pasó algo parecido en la prácticas de magisterio de Primaria y en mi último libro, Pigmalión en el aula: una experiencia real, basado en mi Trabajo de Fin de Grado y en mis prácticas en un CEIP de Usera, te cuente cómo conseguimos dar la vuelta al la tortilla y conseguir un éxito rotundo! ¡No te lo pierdas! Disponible en formato digital y en papel en Amazon, en todos los países, y en las mayores plataformas de venta de libros electrónicos.
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Hace 2 años tuve que hacer las prácticas en un colegio y elegí hacerlas en un primer curso de primaria porque me llamaba mucho la atención el proceso con el que los niños aprenden a leer. Pues, me acuerdo que mi tutora me dijo que en estos primeros años, más que lectura comprensiva, lo principal era que los niños afianzaran la mecánica de la lectura, es decir que aprendiesen a juntar correctamente letras en sílabas y sílabas en palabras. Y es precisamente por eso que en estos primeros años de escolarización muchos maestros aconsejan la lectura en voz alta en casa también: un ejercicio útil para todos los idiomas.
Hoy os voy a hablar de una actividad que podría tranquilamente insertarse en lo que se denomina ABP, es decir Aprendizaje Basado en Proyectos o, en inglés, Project-based Learning.
Pues bien, la tarea fue sencilla: empecé con una ficha para colorear que sirve para trabajar las medidas, big, medium-sized and small, en la que aparecían varios grupos de 3 frutas o 3 verduras del mismo tipo, uno de tamaño grande, uno mediano, y uno pequeño como podéis ver en la foto. Si os fijáis, algunos elementos fueron coloreados con colores que no suelen ser representativos de esos tipos de hortalizas: la razón es muy sencilla, reduce de las clases de didáctica de las artes plásticas, me dio un ataque de realismo Montessori, y empecé a enseñarle fotos de todas las variantes de colores de frutas y verduras que existen (peras, patatas, ciruelas..), y bueno… Mi alumna aprovechó esa lección también 🙂
En junio de 2009 compré este libro finito, cuyo título es
Estamos a final de curso, por lo menos aquí en España, y por lo tanto en muchos colegios se acercan días de relajación después de los últimos controles. Son días que los maestros dedican a películas, juegos, actividades de carácter más lúdico para que los niños afiancen los conocimientos y las habilidades adquiridas a los largo del curso.




